Considerado como el idioma del futuro, aprender chino constituye una ventaja competitiva de la que muy pocos disfrutan y que abre al estudiante todo un nuevo horizonte de desarrollo profesional, personal y cultural.
Si bien resulta mentalmente desafiante, aprender chino no es tan difícil como parece. En el chino no existe género ni plural y los tiempos verbales son menos complejos. Se calcula que en tan sólo 6 meses el estudiante aprende las 500 palabras necesarias para tener un nivel básico.