1. Los niños lo encuentran divertido

Cada vez es más evidente que los jóvenes responden bien a temas relacionadas con la programación de robots y, además, cada vez hay más información sobre ello en Internet, el medio natural donde los niños y jóvenes se comunican.

Existen también varias competiciones y juegos para distintos grupos de edad que pueden canalizar instintos competitivos de una manera positiva. Por ejemplo, pedirle a los niños que construyan un robot de LEGO y luego hacer una carrera para ver qué robot va más rápido, es una excelente idea y a los niñ@s les encantará.

2. Tenemos una manera muy efectiva de introducir la programación a los estudiantes

La programación puede ser algo muy abstracto: escribir códigos y no ver la aplicación que estos tienen en la realidad es aburrido. Si la programación nos sirve directamente para controlar un robot que ya hemos montado y podemos ver cómo funciona con los códigos que hemos escrito, cómo crear comandos para el robot, qué puedo intentar que haga y qué no, además de aprender la necesidad de dar/crear instrucciones precisas, tendremos un aprendizaje atractivo y divertido.

Es muy importante tener en cuenta también que la robótica ayuda a abordar la creciente demanda de la enseñanza de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas en nuestras escuelas. Además de aprender tecnología directamente mediante la programación del robot, los estudiantes también adquirirán conocimientos sobre ciencia, ingeniería y matemáticas ya que entrelazamos estos temas dentro del curso. Por ejemplo, la visión de una serpiente identifica movimientos: programamos un robot con un sensor de movimiento que reacciona ante estos estímulos y explicamos de forma práctica cómo funciona el sentido de la vista en estos reptiles.

3. Proporciona habilidades útiles en el empleo futuro

No hay duda de que habrá una necesidad de que la gente participe en la programación de dispositivos mecánicos en el futuro previsible. La industria del drone ha despegado. Según The Economist, se venden más de 15.000 drones en Estados Unidos cada mes. Mediante la programación de robots, los estudiantes pueden descubrir si tienen aptitud o interés en este mercado creciente y de gran futuro y, en todo caso, para adquirir conocimiento en un área que seguro tendrán que utilizar de alguna manera práctica a lo largo de su vida.

4. Desmitifica una tecnología compleja

La tecnología ha dejado de ser un conocimiento para “frikis”. Ahora mismo todo es tecnología, vivimos rodeados de ella, por lo que es muy importante conocerla de forma sencilla y lúdica.

Entender lo que las máquinas pueden y no pueden hacer es la mejor manera de abordar nuestros temores hacia lo que no conocemos y nos parece complejo y distante. La experiencia en el intento de construir y programar robots da valor a las capacidades de los niños y fortalece su seguridad en un futuro en constante cambio.

5. Adecuado para niños con problemas de atención e hiperactividad

Hay evidencias de que los robots son particularmente apropiados para involucrarse con niños en el espectro de la falta de atención, hiperactividad e incluso autismo. Los niños en general y, en particular los de este espectro, responden muy bien a las interacciones tranquilas, claras y consistentes que los robots pueden proporcionar.